Los institutos tratan de poner coto a la irrupción de las nuevas tecnologías en las aulas. La Consejería de Educación de Andalucía pretende que la difusión de imágenes ofensivas en Internet se contemple como agravante a la hora de castigar la mala conducta de los alumnos, que podrán ser expulsados por este motivo.
Así al menos lo recoge el futuro Reglamento Orgánico de los Institutos de Educación Secundaria (ROC), que se encuentra en fase de borrador
El texto ha sido ampliamente debatido por los sectores implicados y goza de todos los informes favorables.El documento, que incluye las reglas de organización interna de los centros educativos, incorpora entre sus principales novedades la regulación del uso de las nuevas tecnologías. El futuro reglamento va más allá del espacio escolar, ya que prevé que los institutos intervengan en casos que se produzcan fuera de los centros y del horario lectivo, pero que afecten a las normas de convivencia del alumnado.
El texto recoge una serie de circunstancias agravantes de la mala conducta de los alumnos, y cita literalmente: «La difusión, a través de Internet o de cualquier otro medio, de imágenes de conductas contrarias o gravemente perjudiciales para la convivencia, particularmente si resulta degradantes u ofensivas para otros miembros de la comunidad educativa».
Hasta ahora existía un vacío normativo en este sentido, ya que el reglamento vigente fue aprobado el 3 de septiembre de 1997. «En aquellos momentos -comentan fuentes de la Junta de Andalucía- no había móviles en las aulas ni redes sociales e Internet no había entrado en los hogares como ahora».
Móviles dentro de clase
La mención a Internet en el borrador del reglamento implica estrechar el cerco a los problemas que están provocando las nuevas tecnologías en las aulas, como ocurrió recientemente en Marbella, donde colgaron en la Red el número de móvil de una profesora en páginas de contactos sexuales ofreciéndose como prostituta.
Los institutos tienen que lidiar con el uso de los móviles dentro de clase y, lo que es peor, la toma de fotos o vídeos de otros compañeros o de sus profesores. El destino de estas imágenes suele ser Internet. La popularización de redes sociales como Tuenti, Facebook y Twitter ha supuesto el caldo de cultivo de estas conductas.
Ante este panorama, los institutos podrán adoptar medidas disciplinarias que van desde trabajos en beneficio de la comunidad educativa hasta la expulsión del centro, que puede llegar a ser definitiva.
Fuente : Sur.es
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